DICCIONARIO DE LA CREATIVIDAD
Conceptos y Expresiones Habituales de los Estudios Sobre
Creatividad
Bloqueos en la Escuela:
Con aportes de la psicóloga Isidora Mena y del ingeniero
Mario Letelier es posible aislar algunas formas implícitas a través de las cuales
el sistema educacional inhibe la creatividad. Concretamente se reconocen cuatro
grandes bloqueos que se exponen como imágenes: 1. Primera imagen: todo cocinado
o la comida lista y en la boca. El mensaje implícito en la escuela es que el
profesor sabe y el alumno no. Por tanto, se espera que este último esté
dispuesto a escuchar y recibir. El profesor, por su parte, se esforzará por
entregar un saber completo, acabado, sin debilidades. En ningún caso
pensamientos espontáneos, reflexiones provisorias o conocimientos aún en
proceso.
Todo lo contrario, se pretende un discurso cerrado, sin
fisuras de ninguna especie. No hay espacio para la duda, ni para preguntas que
lleven en nuevas direcciones, de modo que la creatividad no es necesaria.
Cuando todo ya está resuelto los desafíos (ver) son mínimos. Una situación en
que todo aparece bajo la forma de una totalidad cerrada, o cuando el desarrollo
del pensamiento es artificialmente limpio, sin equivocaciones ni pasos en
falso, no resulta estimulante para la creatividad. 2. Segunda imagen:
disociación o monólogos en paralelo. Los distintos conocimientos que entrega la
escuela rara vez se conectan unos con otros. Cada asignatura representa un
universo independiente. Los esfuerzos por establecer puentes, vínculos o lazos
entre estos distintos mundos son imperceptibles, frente a la claridad con que
se marcan las fronteras. La Historia no se topa con la Matemática, ni ésta con
la Lengua Materna.
Biología y Música no tienen posibilidad de estimularse
mutuamente, porque permanecen irremediablemente divorciadas. En fin, el Arte,
la Educación Física o la Geografía nada tienen en común y no llegan a hacer
contacto. Por último, hay ocasiones en que todas las asignaturas anteriores
tampoco tienen relación con la experiencia cotidiana del estudiante. Así,
mientras la característica esencial del proceso creativo es la conectividad
(ver), la escuela trabaja sobre la base de un estilo diametralmente opuesto. 3.
Tercera imagen: conflicto o el conflicto es conflictivo. Al interior de la
escuela se advierte una clara tendencia a evitar las situaciones conflictivas.
Se las considera indeseables y atentatorias al orden, la paz y la disciplina
propias de estas instituciones. Todo está organizado para que las diferencias
no se expresen. Los distintos conocimientos se dan como verdades irrevocables,
jamás sujetas a dilemas o formando parte de una polémica. Los actores
implicados rara vez expresan sus divergencias o desacuerdos, de modo que todo
transcurre en una engañosa armonía. Las situaciones interpersonales
conflictivas son sistemáticamente encubiertas, y rara vez se presenta la
posibilidad de enfrentarlas en forma concreta. Por último, el conflicto es
connotado enérgicamente como algo negativo. Esta situación es perjudicial
debido a que en un sentido muy preciso el conflicto (ver) tiene un rol
protagónico en el proceso creativo. 4. Cuarta imagen: formalismo o la
apariencia es mejor que nada. La tendencia al formalismo de las escuelas es una
especie de complot en el que participan profesores, alumnos, directivos y
apoderados. Para todos ellos es un cómodo ideal ejecutar un plan rígido,
exigente y variado, donde participan muchas personas que logran dar la imagen
de una labor seria y el sentido de una misión cumplida.
Efectivamente, los estudiantes aprecian que se señale con
claridad las etapas y los requisitos que deben cumplir para avanzar con éxito.
Los apoderados prefieren ver a sus hijos ocupados, dirigidos, con múltiples
tareas por realizar y con poco tiempo libre que pueda conducir al cultivo de
actividades dudosas. Los profesores consideran conveniente enseñar año tras año
las mismas materias, estructuradas normalmente y evaluadas en la forma
establecida. Finalmente, para los directivos también es cómodo administrar un
sistema muy formal, donde es relativamente fácil aplicar medidas correctivas
cambiando componentes o rectificando funciones, y donde se puede configurar un
cuadro de objetivos cumplidos mediante la simple relación de indicadores
cuantitativos. En estas condiciones las actividades dejan de representar reales
desafíos intelectuales. No hay sorpresa y son pocas las cosas que requieren de
la curiosidad y el goce por descubrir. La falta de estímulo a la creatividad es
evidente.
Fuente: DICCIONARIO DE LA CREATIVIDAD
Conceptos y Expresiones Habituales de los Estudios Sobre
Creatividad
Ricardo López Pérez
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