MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS DE MANEJO PARA EL CULTIVO DEL
CAMARÓN BLANCO Penaeus vannamei
3.6 Uso de medicamentos veterinarios, productos químicos y
biológicos
Un gran número de químicos son usados en acuicultura, pero
sólo unos cuantos tienen efectos benéficos. Las enfermedades de camarones con
índices altos de morbilidad y mortalidad y que son de naturaleza viral, no se
deben tratar con antimicrobianos porque éstos no tienen ningún efecto sobre los
virus. En caso de confirmar una infección bacteriana secundaria, se pueden
utilizar antimicrobianos para el control de dichas cepas, habiendo comprobado
su susceptibilidad al producto y en la medida en la que éstos sean aprobados
para tal fin.
Algunos químicos pueden causar efectos adversos a la biota
de los cuerpos de agua receptores, tales como toxicidad o bio-acumulación. El
uso cuidadoso de los químicos permitirá bajar costos y prevenir efectos dañinos
secundarios.
La autoridad competente debe publicar listas de medicamentos
veterinarios registrados y autorizados, así como su uso específico por especie.
El uso de medicamentos veterinarios y químicos como
fertilizantes, plaguicidas, etc., debe hacerse para fines específicos como el
control de enfermedades acertadamente diagnosticadas o para el manejo de la
calidad del agua de los estanques. Además, las concentraciones utilizadas no
deben producir daños ambientales (Anexo 8).
Los sistemas de producción de camarones deberían diseñarse y
gestionarse para asegurar que la exposición a medicamentos veterinarios de los
animales destinados a la producción de alimentos, no represente un riesgo para
la salud humana. En el caso de los medicamentos veterinarios, su uso constante
(como “profiláctico”) puede causar problemas en la salud humana, induciendo
resistencia en las bacterias que se están tratando de combatir. Además, la
liberación de estos productos en el ambiente, puede afectar negativamente a
otros organismos acuáticos. Por esta razón, cabe recalcar que los
antimicrobianos sólo se deben utilizar como tratamientos curativos cuando se
confirme una enfermedad bacteriana y nunca deben ser usados con la idea de
hacer prevención.
Se debe solicitar a los distribuidores de los productos
químicos y biológicos utilizados en las granjas, las respectivas fichas
técnicas, hojas de seguridad y certificados de registro sanitario para cada
país. Así mismo, los productores deben seguir las recomendaciones en cuanto a
dosis y manejo, que el fabricante establece para cada presentación. Los mismos
deben usarse sólo bajo prescripción de un profesional en sanidad animal.
Es muy importante conocer la fecha de expiración del
producto, las condiciones de almacenamiento que requiere y el Nº de lote que el
fabricante asigna. Estos aspectos tienen que ser debidamente registrados en el
sistema de rastreabilidad (trazabilidad), en conjunto con toda la información
recopilada en el momento de su aplicación (Anexos 9 y 10).
Para cada producto químico o biológico a utilizar, la granja
debe contar con un plan de contingencia y suministrar a los operarios los
medios de protección recomendados en cada caso para evitar accidentes (Anexo
8). Esto debe ir acompañado siempre de un período de capacitación previo al uso
del producto.
Fuente: Cuéllar-Anjel, J., C. Lara, V. Morales, A. De Gracia
y O. García Suárez. 2010. Manual de buenas prácticas de manejo para el cultivo
del camarón blanco Penaeus vannamei. OIRSAOSPESCA, C.A. pp. 132.