MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS
DE MANEJO PARA EL CULTIVO DEL
CAMARÓN BLANCO Penaeus vannamei
3.4.4 Fertilización y manejo de la productividad natural
La fertilización consiste en una herramienta importante para
mantener los niveles de nutrientes en el agua del estanque.
Debe ser utilizada bajo principios técnicos propios de cada
producto y con conocimiento del tipo de nutriente y dosis que se requiere para
cada caso. Es importante que el tipo y dosis del fertilizante este basada en un
análisis de los niveles de nutrientes en los estanques y que se busque mantener
las relaciones requeridas entre ellos (ej.: N:P:Si, Ca:Mg:K, C:N). Lo anterior, para obtener buena producción
primaria, un apropiado equilibrio microbiano, un balance iónico aceptable y un
buen crecimiento de los camarones.
Los fertilizantes contienen nutrientes que promueven el
crecimiento del fitoplancton, que es el primer eslabón en la cadena alimenticia
del estanque y el cual culmina con la producción del camarón. La fertilización debe estar dirigida
a promover el crecimiento de las algas de mayor beneficio para el cultivo, como
por ejemplo las diatomeas (Figura 48).
Una buena productividad natural, permite tener un ahorro en
cuanto a alimento artificial (pellets) se refiere. La concentración y tipo de
algas (fitoplancton) presente en la columna de agua, tiene un efecto directo en
la calidad del agua. Éstas producen oxígeno durante las horas de luz debido a
la fotosíntesis, ya que se produce una tasa de oxigeno mayor a la que ellas
consumen durante su respiración. También ayudan a controlar las concentraciones
de amoníaco, absorbiéndolo del agua.
Cuando las poblaciones de fitoplancton son excesivas, la
respiración del mismo causará baja concentración de OD durante la noche.
También, por complejas razones limnológicas, las poblaciones densas de algas
pueden morir rápidamente (“crash” de algas), causando un alto consumo de
oxígeno por su rápida descomposición. Este proceso reduce el oxígeno para los
camarones y puede causar mortalidades masivas por hipoxia prolongada.
Ciertas especies de algas verde-azules pueden ser tóxicas
para el camarón y producir compuestos que dan olores y sabores no
característicos o desagradables al producto, haciéndolo inaceptable para los
consumidores. Esto es generalmente producido por los metabolitos secundarios
(2-metilisoborneol (MIB) y geosmina (GSM)), que son sintetizados por diferentes
microorganismos presentes en el agua y suelo como las cianobacterias
(Oscillatoria, Anabaena y Microcystissp.), actinobacterias (Actinomycetes,
Streptomyces y Nocardia sp.), bacilariófitas, clorófitas, crisófitas,
dinoflagelados y otros microorganismos como los hongos (Figura 49).
El olor y sabor a choclo en el camarón se genera por el
exceso de cianobacterias y actinobacterias en el estanque, mismas que también
generan problemas de calidad (textura suave del músculo) y mala apariencia al
momento de cocinar, como es el caso de hepatopáncreas oscuro o reventado.
Las aplicaciones excesivas de fertilizantes incrementan los
costos de producción de la operación y pueden producir desequilibrios en las
condiciones químicas y biológicas del
agua de cultivo y de los efluentes drenados durante los
recambios.
Se debe evitar las aplicaciones excesivas de fertilizantes
con urea y amonio, ya que la urea se hidroliza en amoníaco.
El amoníaco puede ser tóxico para el camarón y para los
organismos acuáticos de los cuerpos de agua que reciben los efluentes. Así
mismo, demanda oxígeno y crea acidez cuando es convertido en nitrato por las
bacterias nitrificantes.
Antes de hacer una aplicación de fertilizantes, se debe
verificar que el estanque se encuentra cerrado; es decir, sin recambio de agua
en ese momento. Esto evitará pérdida del producto, descargas al ambiente y se conseguirá buena
efectividad del mismo en el estanque. Debe permitirse al fertilizante actuar
por lo menos 24 horas, sin realizar en este tiempo recambios hídricos.
Para logra un rápido efecto, es preferible utilizar
fertilizantes líquidos. Si se utilizan fertilizantes granulados, se deberá
asegurar su completa dilución antes de su aplicación en el agua y no aplicarlos
directamente en forma granulada. En el caso de los fertilizantes fosforados, si se utilizan en
forma granulada, se precipitan hacia el fondo donde se disuelven muy lentamente
y se pierde gran cantidad de fósforo pues es rápidamente absorbido por el
sedimento. Por esta razón, pasa muy poco a la columna de agua como nutriente y
casi no es utilizado por las algas. En aguas con altas concentraciones de
calcio y un elevado pH, el fósforo se precipita como Fosfato de Calcio
acumulándose en el fondo sin ser aprovechado por las algas.
Debido a que el fósforo es de difícil dilución, es
recomendable aplicarlo durante varios días para un mejor aprovechamiento por
parte del fitoplancton. Los fertilizantes granulados pueden ser aplicados en
plataformas sumergidas, disueltos en barriles o toneles y la mezcla aplicarse a
la superficie del estanque; también, el fertilizante puede ser colocado en una
bolsa porosa, colgada en la compuerta de entrada del agua.
Si es necesario usar fertilizantes orgánicos, el uso de
estiércoles debe ser evitado, a menos que su calidad pueda ser confirmada.
Fuente: Cuéllar-Anjel, J., C. Lara, V. Morales, A. De Gracia
y O. García Suárez. 2010. Manual de buenas prácticas de manejo para el cultivo
del camarón blanco Penaeus vannamei. OIRSAOSPESCA, C.A. pp. 132.