MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS
DE MANEJO PARA EL CULTIVO DEL
CAMARÓN BLANCO Penaeus vannamei
3.3 Manejo del alimento
La nutrición del camarón está basada en alimentos
artificiales suministrados por el granjero y, por una importante variedad de
organismos (algas, pequeños invertebrados
bentónicos, etc.) y detritos orgánicos, que son parte de la
productividad natural y del ambiente marino. Los nutrientes en el alimento
manufacturado que no son convertidos en carne de camarón como es el caso de la
sobrealimentación, aporte de “finos” (desintegración de pellets por transporte
y manipulación inadecuados) y los contenidos en las heces, entran al agua y
fertilizan el estanque.
Por otro lado se debe tomar en cuenta el origen de harina y
aceite de pescado utilizados en los alimentos artificiales dentro de la granja.
La harina y aceite de pescado utilizado
en los alimentos de camarón cultivado, deben proceder de
cardúmenes con un manejo pesquero adecuado y sostenible; de ser posible de
pesquerías certificadas. Como alternativa, se propone para la producción de
harina y aceite de pescado, el uso de los descartes y desperdicios de pescado
provenientes de plantas de proceso y de la Fauna de Acompañamiento de las pesquerías de arrastre. Otra fuente de
harina y aceite de pescado son los desperdicios de la misma industria acuícola.
No es recomendable almacenar alimento en la granja más de
tres meses, así como tampoco utilizarlo para alimentar a los camarones, debido
a la pérdida de su calidad nutricional y a los riesgos microbiológicos
inherentes. Esto implica que los depósitos de almacenamiento reúnan las
condiciones mínimas que garanticen el mantenimiento de la calidad del alimento,
así como el funcionamiento de un sistema inventario separando y registrando la
llegada de cada lote de alimento, así como la salida de los mismos según la
fecha de llegada. El primero en llegar debe ser el primero en salir.
El alimento para los camarones debe estar en óptimas
condiciones; todo alimento contaminado con hongos (enmohecido) que se detecte
en el depósito de la granja, debe ser retirado y destruido. En caso de que la
contaminación se encuentre en alimento que está siendo descargado en la granja,
debe suspenderse esta labor y devolverse a la fábrica en su totalidad de
inmediato.
El suministro de alimento para camarones, debe ser racional,
medido y bajo una buena distribución, para evitar el deterioro de las
condiciones físico-químicas y microbiológicas del agua y del fondo del
estanque. Esto conduciría a pérdidas económicas para la empresa y a un impacto
importante al ambiente. La calidad del alimento es importante para asegurar la
salud y el crecimiento de los camarones;
los pellets de alimento deben mantener su forma y
consistencia (hidroestabilidad) por lo menos un par de horas a partir del
momento en que entran en contacto con el agua.
Sin embargo, se ha reportado que la acción de las bacterias del
medio (agua y fondo) sobre el alimento, afecta notablemente la palatabilidad,
haciendo que sea difícilmente consumido por los camarones más allá de 60 a 120 minutos.
Además, el alimento peletizado que se desintegra
rápidamente, no es consumido por el camarón convirtiéndose en una carga importante
de materia orgánica y en un “fertilizante” costoso.
El alimento debe ser periódicamente evaluado por técnicos de
la granja, para asegurar su calidad y evitar riesgos en su uso por deterioro
físico o microbiológico. Se deben tomar muestras al azar de todos los embarques
de alimento enviados a la granja y realizar inspecciones para determinar la
presencia de humedad u hongos. Las muestras de alimento deben ser enviadas
periódicamente a laboratorios independientes conservando una contra-muestra,
para la determinación de su composición nutricional y características físicas,
permitiendo esto su comparación con los valores suministrados por el
fabricante. De cada lote de alimento recibido en la granja, se debe mantener
refrigerada una muestra de 1 kg
hasta que se haya utilizado todo el lote, para ser usada en caso de reclamos o
de análisis de laboratorio requeridos para pruebas especiales de calidad.
Fuente: Cuéllar-Anjel, J., C. Lara, V. Morales, A. De Gracia
y O. García Suárez. 2010. Manual debuenas prácticas de manejo para el cultivo
del camarón blanco Penaeus vannamei. OIRSAOSPESCA, C.A. pp. 132.